miércoles, 3 de septiembre de 2014

¿Cómo lidiar con la Bipolaridad en el Trabajo?



La Bipolaridad en el trabajo es un aspecto muy importante a tratar, ya que nos consideran inestables, flojos y explosivos, yo no digo que en el trabajo nos tengan compasión ni nada, pero sí debería cambiar la manera de pensar y la cultura y crear empleos especiales donde sí podamos realizarnos, actualmente, no lo hay y es una impotencia tremenda el que estemos cambiando de un trabajo a otro y no es por gusto, estamos enfermos y el gobierno no toma este problema en serio, nosotros estamos medicados, pero sabemos los bipolares que no es todo, tenemos que estar lidiando con una sociedad "normal", que nos critica, y  siempre nos tratan de hacer a un lado....

Existen los famosos exámenes psicométricos, pero son fáciles de burlar y que las personas que nos van a contratar no se den cuenta de primera instancia que tenemos bipolaridad, pero esto a la larga se va a notar, porque no sabemos nosotros en qué momento se nos va a presentar algún síntoma, como un ataque de pánico o una crisis de ansiedad, por tanto, es un tema bastante complejo, donde no encajamos los enfermos y sobre todo que no se comprenda como una discapacidad mental y al menos en México no hay nadie, ni ninguna asociación que atienda nuestro caso en cuestión laboral, esto realmente es deprimente y no dejamos de salir del tercer mundo.

"En un reciente estudio, el Dr. Sergio Strejilevich, Jefe del programa de trastorno bipolar del Instituto de neurociencia de la Fundación Favaloro, demostró que en nuestro país, el 41% de los pacientes bipolares se encontraban sin empleo y el 18% de los mismos, estaban subempleados. Estas altas cifras se vinculan también con la falta de un diagnóstico certero y la demora en el reconocimiento de esta enfermedad, los cuales pueden llevar a un agravamiento de los síntomas y un incremento de las complicaciones en la calidad de vida. Como cualquier patología psiquiátrica, el trastorno bipolar suele ser estigmatizante, motivo por el cual genera un gran distanciamiento social, acentuado durante los episodios de excitación o euforia.

Para el Doctor Gustavo Vázquez, Director del Departamento de Neurociencias de la Universidad de Palermo y miembro del Comité Educativo y Representante para Latinoamérica de la Sociedad Internacional para Desórdenes Afectivos (ISAD por sus siglas en inglés), la enfermedad bipolar debe ser entendida como una patología de curso crónico, al igual que la hipertensión y la diabetes, por lo que la pronta detección al igual que su tratamiento prolongado son fundamentales para evitar las complicaciones asociada a la misma."

"La Secretaría de Salud del Distrito Federal reveló que en los últimos tres años los suicidios aumentaron 10 por ciento, al pasar de 307 en 2007 a 336 en 2009, esto debido a la crisis económica, el desempleo, la inflación y la mala convivencia familiar que ocasionan problemas de salud mental lo cual se ve reflejado en el incremento de suicidios.

Así mismo, la presidenta de la Comisión de Gobierno en la ALDF, Alejandra Barrales, reconoció que uno de cada seis capitalinos presenta depresión, además, que el siete por ciento de niños de entre tres y doce años presentan algún trastorno mental, y la Universidad Intercontinental advierte que 16 por ciento de los menores de entre tres y 11 años padecen ansiedad y depresión.

En su estudio, la Secretaría de Salud local estiman que al menos 2 millones de habitantes son propensos a presentar trastornos mentales como ansiedad, trastorno obsesivo-compulsivo y depresión.

En este panorama, de 2007 a 2009 los hospitales del GDF atendieron 283 personas, en su mayoría por intentos de suicidio y por trastornos afectivos y neuróticos.

Consecuencias
En 2008 se registraron 329 casos entre personas de 15 a 39 años; sin embargo, hubo 13 casos en niños menores de 14 años.
Para 2009, los casos siguieron en aumento y llegaron a 336, en personas de 14 a 34 años y también se registraron 11 casos de menores de 13 años."


Este es un caso verídico, léanlo con atención:
"En los momentos de exaltación, Diego escribía todo tipo de fórmulas en las paredes de su apartamento, regalaba equipos de música, componía decenas de canciones en un solo día y se sentía pletórico, exuberante y glamuroso. Pero la caída era feroz y venía acompañada de una profunda melancolía y un gran sufrimiento.
"La manía es como una droga, pero la depresión que le sigue es mortal", dice Diego, un abogado de 31 años con diagnóstico de trastorno bipolar desde hace sólo tres y, hoy, desempleado.
Un estudio realizado en centros de atención de Chile y la Argentina, cuyos resultados han sido publicados en el Journal of Affective Disorders, revela precisamente que el 40% de las personas bipolares están desocupadas.
"Descubrimos que el porcentaje de pacientes sin trabajo era muy similar aquí, en Chile y en los Estados Unidos, aunque las tasas de desempleo de esos países sean muy desiguales", explica el doctor Sergio Strejilevich, jefe del Programa de Trastornos Bipolares del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro y psiquiatra del Instituto de Neurología Cognitiva.
Según la Organización Mundial de la Salud, el trastorno bipolar es la sexta causa de incapacidad en el mundo y, por su magnitud, los trastornos afectivos están calificados como epidemia en Sudamérica.
Strejilevich señala que la bipolaridad es una enfermedad genética y advierte que el riesgo de que alguien la contraiga durante su vida es de entre el 4 y el 5 por ciento. "Es un trastorno que afecta tanto el ánimo como las funciones biológicas, y sus síntomas están ligados a un desequilibrio en la respuesta afectiva frente a los hechos cotidianos", afirma el experto.
Es decir que quien lo padece oscila, a veces de manera vertiginosa, entre la manía y la depresión. "La exaltación característica de este trastorno -continúa el especialista- puede despertar en quienes lo padecen ideas delirantes, que pueden exponerlos a situaciones extremas, incluso de riesgo."
Diego recuerda que, en los momentos de euforia, dormía poco, derrochaba dinero, se volvía agresivo y se sentía increíblemente creativo y lúcido. La contracara era una depresión que, junto con el dolor, la tristeza y la desgana propias de ese estado, lo convertía en un ser inconstante, incapaz de comprometerse con un trabajo.
Strejilevich destaca la carga que supone para los Estados y las familias que los pacientes no tengan empleo. "La bipolaridad es crónica, así que tenemos una cifra considerable de personas que no trabajan, que no aportas, pero que tampoco mueren", dice con vehemencia.
Para Diego, las personas que sufren este trastorno sobrellevan un estigma, que se transforma en una barrera a la hora de buscar trabajo. "No se puede ocultar en el currículum vítae, pero si lo mencionás, no te contratan", afirma. Y agrega: "Nadie va a querer emplear a alguien inestable. Además, las exigencias y responsabilidades de un trabajo, especialmente levantarse cada mañana o subirse a un colectivo, se hacen muy pesadas cuando uno está deprimido".
Strejilevich hace hincapié en la predisposición que tienen las personas bipolares para socavar sus propias posibilidades de trabajo. "Todo lo que crean y proyectan cuando están maníacos, muchas veces de forma excepcional, lo destruyen y menosprecian cuando están deprimidos. Esto hace que sean vistos como inconstantes", afirma.
Diego terminó la carrera de abogacía con diploma de honor, fue profesor en la facultad, trabajó en varios estudios jurídicos e incluso creó uno propio. "Me llenaba de actividades para distraerme, para no sentir la melancolía", explica. Pero, cuando le sobrevino la crisis, lo dejó todo. Eso, también, incluye las relaciones afectivas. "Enseguida les cambia la idea que tienen de esa persona, le buscan defectos insignificantes -explica Strejilevich-. Así, es muy difícil crear vínculos estables."
Ya hace tres años que Diego recibe tratamiento. La terapia y los fármacos lo ayudaron a superar la parte más cruel de la enfermedad: no saber cómo amanecerá al día siguiente. Además, hace sólo unos días comenzó a buscar trabajo. "Eso sí, uno que encaje con mi vida", dice esperanzado. http://info-depresion.blogspot.com/2007/02/bipolares-el-40-no-puede-trabajar.html


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