En Xalapa continué, los días eran muy sombríos, cero sol, mucha neblina, seguía trabajando pero sin ilusión, con mucha presión y seguía con mucha gastritis sin saber por qué, era casi diario, si ya me hábían operado de esto, por qué seguía mal? para las personas que lo padezcan podrán saber que no es vida estar así, y por supuesto mi desesperación continuaba, no podía dormir, los días se me hacían eternos, no estaba medicada en esos momentos ya que ningún médico le atinaba a lo que tenía, sólo me decían que tenía exceso de bilis y que mi situación era más por estrés que por otra cosa, siendo que en mi interior yo sentía que había algo más que eso, algo estaba mal en mi organismo y lo que más me preocupaba es que tuviera otra vez hernias o que mi estómago no estaba respondiendo como debía, en fin, mil ideas, a la par de mi Trastorno Depresivo.
Llegaba a mi casa y aventaba las cosas, me irritaba muy fácil y sobre todo sentía que nadie me entendía, la soledad me abrumaba y por si fuera poco, seguía sintiendo que vivía en un plano aparte de la demás gente, no sé si a alguien le ha dolido alguna vez el corazón, pues a mi me dolía mucho, hasta que llegó un momento en que me sentía muerta en vida, con miles de ideas en la cabeza y en ese momento sólo deseaba poderme ir a vivir al puerto de Veracruz, había ido en dos ocasiones y me consolaba el volver a ver el sol y el mar, eran dos cosas que me daban mucha paz, estuve buscando un lugar para vivir, pero tampoco me salió bien, en todas partes me pedían un aval con propiedad en el puerto y por supuesto, no conocía a nadie y no pude vivir ahí, así que debastada regresé a Xalapa una y otra vez, sin decir a nadie lo que me ocurría, sólo sentía un infierno en mi interior, el cual se hacía cada vez más grande y no lograba ni hacerme entender, ni que la gente me entendiera, hasta que un día, mi mamá me pidió disculpara y me dijo que estaba teniendo mucho trabajo en Querétaro y que me regresara, que la ayudara y que me regresaría mi tienda, cosa que al convencerme de regresar, pasaron muchas, más cosas feas, que imagínense, hasta terminé diciendo al cabo de estos últimos 3 años, para qué me regresé? y lo demás continuaré contándolo, pero lo primero que me pasó fue irme más al hoyo....
Llegaba a mi casa y aventaba las cosas, me irritaba muy fácil y sobre todo sentía que nadie me entendía, la soledad me abrumaba y por si fuera poco, seguía sintiendo que vivía en un plano aparte de la demás gente, no sé si a alguien le ha dolido alguna vez el corazón, pues a mi me dolía mucho, hasta que llegó un momento en que me sentía muerta en vida, con miles de ideas en la cabeza y en ese momento sólo deseaba poderme ir a vivir al puerto de Veracruz, había ido en dos ocasiones y me consolaba el volver a ver el sol y el mar, eran dos cosas que me daban mucha paz, estuve buscando un lugar para vivir, pero tampoco me salió bien, en todas partes me pedían un aval con propiedad en el puerto y por supuesto, no conocía a nadie y no pude vivir ahí, así que debastada regresé a Xalapa una y otra vez, sin decir a nadie lo que me ocurría, sólo sentía un infierno en mi interior, el cual se hacía cada vez más grande y no lograba ni hacerme entender, ni que la gente me entendiera, hasta que un día, mi mamá me pidió disculpara y me dijo que estaba teniendo mucho trabajo en Querétaro y que me regresara, que la ayudara y que me regresaría mi tienda, cosa que al convencerme de regresar, pasaron muchas, más cosas feas, que imagínense, hasta terminé diciendo al cabo de estos últimos 3 años, para qué me regresé? y lo demás continuaré contándolo, pero lo primero que me pasó fue irme más al hoyo....
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